La égida de Minerva
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Informació Circ

Ir abajo

Informació Circ Empty Informació Circ

Mensaje por Marina URV Miér Dic 09, 2015 12:35 am

El circo de Tarraco fue construido a lo largo de la Vía Augusta como parte del gran complejo arquitectónico y urbanístico que representó el Foro Provincial. Ocupó la última de las tres terrazas del complejo con los arcos de su fachada meridional actuando como marco escenográfico al paso de la vía atravesando en la ciudad, desde una puerta romana situada al este, junto a la cabecera, hasta otra opuesta, situada junto a las carceres, de donde partía la vía en dirección al paso del Francolí. Un viajero procedente de Barcino (y Roma) entraría en Tarraco por una puerta geminada y atravesaría toda la ciudad hasta la puerta del río teniendo a su derecha, a lo largo de 325 m de longitud, la imagen monumental de la fachada del Circo, con aproximadamente 58 arcos de sillería de 7 m de altura separados por pilastras y comunicados con un sistema de bóvedas transversales que sostenían el graderío meridional.
Con su construcción se resolvió al mismo tiempo la separación del gran recinto provincial de la trama urbana de la ciudad y también la definición de los ejes de su conexión. La primera de las bóvedas del Circo, junto a la puerta oriental que llevaba a Barcino, era en realidad una via tecta que permitía atravesar el Circo y conectaba con la base de la torre del Pretorio, para desde allí acceder al recinto provincial.
Sabemos que los circos romanos eran edificios destinados a las carreras de carros que tomaban siempre como modelo edilicio el Circus Maximus de la ciudad de Roma. Un circo estaba formado así por una pista alargada con dos laterales de trazado rectilíneo unidos por una cabecera semicircular en uno de los extremos. En el extremo opuesto se situaba una estructura curvilínea apoyada en dos torres laterales destinada a las carceres o cuadras de salida en número de doce. En la mitad de la pista y de forma ligeramente oblicua se emplazaba una barrera con estanques de agua o eurypus que en los grandes circos aparece decorada con obeliscos, pequeños templetes, estatuas y altares, conteniendo además los famosos marcadores de vueltas en forma de sendos andamios con siete grandes delfines y siete huevos. En ambos extremos del eurypus se situaban las metae, dos plataformas (denominadas meta prima y meta secunda) decoradas con tres altos conos que facilitaban a los conductores la visualización de los puntos de giro, los más peligrosos en la carrera, donde se producían choques y caídas (naufragia) de gran dramatismo.
Agrupados en cuatro escuderías o factiones indicadas por los colores blanco, rojo, verde y azul, grupos de cuatro, ocho o doce carros, es decir con uno, dos o tres carros por cada color, competían en dar siete vueltas a la barrera central formalizando así una carrera (certamen o missus) seguida por los espectadores a través de los descensos paulatinos de los siete huevos y siete delfines que indicaban el inicio y final de cada uno de los giros. Una linea blanca (alba linea) indicaba el final de la carrera. Los carros eran tirados generalmente por dos o cuatro caballos (bigas o cuadrigas) pero otras muchas combinaciones eran posibles. También eran frecuentes los espectáculos de acrobacia con jinetes saltadores o carros con tiros excepcionales de seis, ocho o más caballos.
El Circo de Tarraco no alcanzaba las grandes dimensiones del Circo Maximo. Era un edificio de carreras francamente pequeño. Las dimensiones totales de su pista eran 305,2 m de longitud por 67,43 m de anchura en su parte central. No poseemos datos de excavación para el eurypus, pero podemos situar su longitud en torno a los 190 m. Todo ello muy por debajo de lo esperado. Las razones de este tamaño tan ajustado se explican al observar la planta del Foro Provincial: el arquitecto tuvo que encajar el edificio circense de forma exacta entre los paramentos de muralla existentes a uno y otro lados de la colina tarraconense. El lugar más lógico para situar un circo hubiera sido como en Roma el exterior de la ciudad, un lugar abierto donde situar la pista y al que pudieran acceder sin problemas grandes cantidades de público, Pero el Circo de Tarraco cumplia una función diferente, su relación arquitectónica y funcional con las terrazas superiores le concedió un carácter urbanístico singular. Sus gradas se desplegaban a los pies del conjunto provincial formado por el recinto de culto imperial y la plaza de representación actuando como edificio de espectáculos ligados al mismo.

Grup de recerca Seminari de Topografia Antiga. (2015). Tarraco: Arquitectura y urbanismo de una capital provincial romana. Vol. II. Tarragona: Universitat Rovira i Virgili. Pág. 171-174

Marina URV
Invitado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.